El modelo económico de occidente, y en particular al que se le sometió a los países latinoamericanos, debe ser revaluado con nuevos paradigmas para desarrollar una nueva manera de gestionar las cadenas asociativas de valor, integrándose en la estrategia de Red Empresarial Articulada, y las Redes Sociales de Mercadeo (relación con personas) y así, colaborativamente, enfrentar los desafíos de esta época de cambios rápidos que se define mejor como un “Cambio de Época”.

Las empresas y corporaciones han medido el éxito desde la rentabilidad financiera. En el escenario de la “nueva normalidad” pos-Pandemia, esto ya no es sostenible. El Mercado, mejor definido como Sociedad con mercado, ya no pregunta qué hacen los productos, sino quién los hace. Esperan que las organizaciones se comporten con Cultura Socialmente Responsable (CSR). Que su comportamiento sea “una película”, y no “fotos” de los programas de RSC a través de las Fundaciones que hace realizan esta actividad para ellas. Los desafíos como la desigualdad social, cambio climático y crisis medioambiental, el deterioro de la gobernanza del Estado y las corporaciones

Deben definir e integrar la evaluación de Gobernanza, Trabajadores, Medio Ambiente, Comunidades y Clientes. La empresa debe ser una, con comportamiento social, ambiental y económicamente responsable, como lo define la Asociación Empresas B, Colombia: “Las empresas B certificadas son un híbrido entre el sector privado, es decir, una empresa tradicional que tiene capacidad de innovar, de recibir inversión, de llegar a nuevos mercados, etc.; y del otro lado están las fundaciones y las ONG´s. Una empresa B tiene los dos mundos, existe el propósito y el corazón de una ONG y al mismo tiempo, la fuerza que tiene el sector privado y la posibilidad de mitigar estos impacto sociales y ambientales a través del mercado”.

Dentro de este contexto, la nueva economía social tiene un espacio propicio para la intervención de actores y cadenas sociales de valor. Hoy no compiten empresas sino que compiten cadenas de abastecimiento.

El enfoque de este desarrollo debe superar a la promoción actual de asociaciones de pequeños productores agropecuarios, como sucede con muchas cooperativas de productores cafeteros, por nombrar un ejemplo, que todo el apoyo se destina para que sean “proveedores más eficientes” de materia prima o exportadores FOB. Es decir, que el valor agregado de la comercialización y distribución lo apropian y controlan las grandes corporaciones internacionales con integración a las locales y en contexto de legislación proclive a mantener este statu quo. Se debe crear nuevas empresas sociales tanto en producción como en comercialización, que cuenta ahora con el ecommerce, que nos adelantó en cinco años la pandemia, y nuevos modelos asociativos de ventas y redes de mercadeo, con gestión del conocimiento y alta participación de las nuevas tendencias de las TICs.

También hay un espacio importante en la economía naranja, la articulación de la cultura y el arte, y así compartir a EUA y el mundo, estas riquezas de los pueblos, regiones y países enteros. Es mandatorio el desarrollo de alianzas entre organizaciones, la academia para investigación y desarrollo y la gestión social colectiva para incidir en la política pública local y global.

La ley de Economía Social de Colombia, define a la economía social como; “el conjunto de las actividades económicas y empresariales que en el ámbito privado llevan a cabo aquellas entidades que actuando de conformidad con unos principios que los diferencian e individualizan respecto de otros agentes económicos -y que se relacionarán a continuación-, persiguen bien el interés colectivo de sus integrantes, bien el interés general económico o social, o ambos». En estos desafíos debe integrarse la gerencia para empresas B, la academia y los actores claves que intervienen en las tendencias de la Economía, la Sociedad, la Cultura, la Tecnología, el Ambiente y la Política, para incidir en política pública y gozar de la aceptación en los públicos claves de interés en las sociedades donde se insertan.

Apropiemonos con responsabilidad de estos desafíos.


Artículo publicado en The Colombian Times Ed 7 en la columna Desde Boston con César León

Autor: Roberto Guevara Tolorza
Consultor Estrategia y gestión Empresarial con
Cultura Socialmente Responsable
Equipo Corporativo de Colsaroma